jueves, 6 de septiembre de 2012

Consideraciones sobre la topografia digital y el mareo electronico.

Hace ya tiempo me entusiasmé con la idea de un sistema de topografía digital y tal, las opciones se veian, se palpaban, distos de leica modificados pda y palm que conectaban por bluetooth, todo esto y más permitia topografiar casi tan deprisa como se exploraba, permitia trabajar en grupo y compartir datos casi en tiempo real. Pero la realidad es siempre la misma, cualquier avance conlleva un retroceso, y este ha llegado, el disto X no estará disponible según la página de su desarrollador, algunos "chicos listos" de la electrónica han dado con los componentes y se han hecho el suyo pero aquel que no tenga ese tipo de amigos frikis puede darse por apañao.
Pero no escribo esta entrada para lamentarme, escribo para de alguna manera hacer ver que la autentica topografia no incluye aparatos sofisticados, velocidades de trabajo extremas, no hay tanta prisa, dejemos algo para los que vienen detrás, estamos tan enfrascados en la exploración, en registrarlo todo de manera rápida y precisa que nos estamos olvidando del significado de la auténtica exploración. Que más dará si se han topografiado 20, 200 o 2 kilómetros de galerias, lo importante es que lo que se haga se haga bien, cuando hay que explorar se explora, se usa el instinto y se disfruta de la exploración, cuando haya que fotografiar idem de lo mismo con su tempo, su disciplina, llegado el momento de la topografia, lapiz y papel, tiempo, tranquilidad y buen hacer, lo demás son solo estreses que no van con el mundo subterráneo. A lo que no lleguemos, pues otros llegarán. Sinceramente estamos tan preocupados del consumo de las baterias, de las desviaciones, de la visual en curso, que dentro de poco nuestros viajes subterraneos van a ser a traves de una pantallita de 7 pulgadas.
Brujula y clino ? Si pero solo cuando toquen.
tripode y flash? desde luego, llegado el momento.
explorar y disfrutar? lo primero y en cuanto se pueda.

Ya lo decia Topo Gigio... los grandes inventos del señor humanidad.


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